lunes, 13 de agosto de 2018

Oigo palabras que nunca dijo

Receptor ilusorio, frases de humo que creen quemar. Te escucho y no oigo susurros. La mente se recrea y las persianas bajan. Quiero seguir viendo luz, pero la bombilla escasea. ¿De qué sirve llenar el saco de cristales rotos?  No pretendía que su imagen quebrara. Espera, si deseas, puedo arreglarlo. Pero,... ¿es cierto? Creo que soy yo la que empieza a resquebrajarse, pero no veo ningún objeto para recoger.
Es difícil ver miradas que han fallecido en mi recuerdo, porque el tiempo envejece la querida e inexistente conexión...Ojalá ese cero comenzara a sumar. Ojalá mi habitación se llenara de espejos. Ojalá los reflejos no se alejaran de esta cálida dimensión.
¿Y si me lo merezco? Consecuencias por llamar cerebro al corazón.

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